Trajeron la propuesta a nuestra institución y una vez aprobada la idea se pusieron en contacto con Sensei Miguel Strugo, experimentado maestro de Aikido, quien enseguida se mostró dispuesto a hacerse cargo de la enseñanza de este arte marcial en CUBA.

Gracias a la colaboración de Judo, que albergó la actividad en sus inicios, dentro de su capitanía pudo comenzar a practicarse Aikido. Esto sucedía diez años atrás, y en sus tímidos inicios se practicaba una vez por semana, mayormente judocas y algunos socios que habían oído hablar de este arte marcial que no tiene competencias ni luchas (“una cosa rara”).
Poco a poco fueron aumentando los practicantes, ya por recomendación, curiosidad o tal vez conocimiento previo. Lo cierto es que se creó una capitanía de Aikido independiente, y de una clase semanal se pasó a dos, y luego a tres y hasta cuatro, llegándose a practicar también en la Sede Palermo.

Con el tiempo la cantidad de socios aikidocas fue aumentando, los practicantes iban mejorando su graduación, y hasta nuestro Sensei recibió el 6to. dan. Ni la pandemia pudo detener la marcha del Aikido. Más de 1.100 clases han sido impartidas, y más de 240 socios han practicado en el tatami de Viamonte. Hoy ya hay 37 graduados, incluyendo un 1er Dan (cinturón negro) formado completamente en CUBA. Y pronto habrá otros.

Nuestra escuela de Aikido goza de prestigio dentro de la Federación Aikikai Argentina, y varios maestros miembros nos han visitado.
Había pues más que suficientes motivos para celebrar este décimo aniversario, para lo cual, entre otras actividades, se realizó el 8 de mayo un cóctel en la sede de Viamonte que contó con la presencia de autoridades del Club, maestros invitados, socios practicantes de aikido y de las demás artes marciales de CUBA, y socios amigos en general. Una verdadera fiesta en la que renovamos nuestro compromiso diario con la práctica y con los valores del Aikido y del Club Universitario de Buenos Aires.