Cuando la Comisión Directiva y los grupos de trabajo soñaron con cumplir aquel anhelo de muchos de tener una sede frente al mar, y completar la variedad de sedes (en la ciudad, en el campo, a la orilla del río, el lago o en la montaña) pocos imaginaban que tendría tanto éxito en su primer año de nacimiento.
La primera conclusión que tuvieron los que hace meses y contra reloj vienen trabajando en su puesta a punto fue que todo superó las expectativas.
Desde su inauguración el pasado 14 de diciembre, pero sobre todo a partir de los primeros días de enero, día tras días los socios llegan a conocer la nueva sede, muchos de ellos autodenomidados “los pioneros”, que aseguraron su carpa en cuanto se habilitó el sistema de reservas, confiando en que tratándose de una sede de cubita, todo iba a estar bien. Pero muchos otros son visitantes por un día, y tal es el enamoramiento del lugar que regresan, y aquí disfrutan del transcurrir de sus vacaciones.
Al día de hoy ya son más de 160 socios, que junto a sus familias y amigos, han utilizado las 45 carpas que se encuentran a disposición, haciendo que en varias oportunidades, no quedaran toldos para alquiler. Y todos ellos coinciden en que la sensación era novedosas, sentirse en una sede más del Club, ver caras conocidas, compartir entre carpa y carpa charlas con otros socios y respirar el típico ambiente familiar que se vive en todas los espacios de CUBA.
Otro dato que superó lo esperado fue que el estacionamiento siempre quedara ocupado con mas de 60% de su capacidad, y que el bar todos los días recibiera comensales para disfrutar de un lindísimo almuerzo con una vista única.
Párrafo aparte merece el trabajo realizado por la Secretaría de Sede y sobre todos por nuestros empleados, quienes al notar que todos los días se acercaban mas socios, debieron redoblar los esfuerzos para ir realizando los ajustes propios de una sede que, como siempre informamos, se fue y se va poniendo a punto paso a paso, tal como fueron desarrollándose todas las sedes en la historia de CUBA.
También nació una linda relación con el histórico club Mar y Pesca, nuestros vecinos y con quienes se firmó el acuerdo que nos permite utilizar parte de su predio; gracias a su paciencia y ayuda vamos aprendiendo poco a poco lo que es manejar una sede frente al mar.
Las redes fueron testigo de ello, ya que además del instagram oficial de la sede, todos los socios que conocían las instalaciones compartían la alegría de ver el escudo de CUBA y su bandera en las playas argentinas.
Obviamente que este nuevo hogar de los cubanitos se irá mejorando día a día, como siempre con el esfuerzo desinteresados de los socios y con el aporte vital de los empleados, habiéndose ya pensado muchas ideas para que la sede tenga uso deportivo no solo en el verano sino durante casi todo el año, a través del mejoramiento del predio y de convenios con clubes e instituciones de Mar del Plata, que nos permitirá proyectar giras, encuentros, viajes de nuestros socios, torneos, y soñando viajes de pretemporadas en un predio con instalaciones para alojar a los socios.
