Lo que sabemos es que tuvo una repentina baja de presión, y en la ambulancia que lo trasladaba al hospital, sufrió un paro cardíaco y los enfermeros no pudieron reanimarlo.

Hernán tenía 32 años y hacía siete que era profesor de Box en Palermo, dando clases los días lunes, martes y jueves, y desde hacía poco tiempo, también los sábados. Además de su actividad como profesor, participaba habitualmente en la colonia de vacaciones, olimpíadas y en otras actividades especiales y eventos del Club.

Hernán nos acompañó desde que el boxeo empezó a practicarse en la Sede Palermo, cuando era un desafío desarrollar una actividad nueva para la sede, generar un grupo, y mantener el entusiasmo. Y Hernán cumplió con todos esos desafíos, y más. Supo crear un grupo de alumnos de distintas edades, grandes, chicos, hombres, mujeres, chicas y chicos muy jóvenes, con experiencia deportiva o simplemente con ganas de aprender. Preparaba las clases con dedicación, pensaba los ejercicios y rutinas, pensaba la música para cada clase, tenía palabras de consejo y aliento para cada uno, y era una persona respetada y querida por sus alumnos, muchos de ellos, fieles durante años.

Cuando se presentaban inconvenientes, como la falta de espacio o de un lugar cerrado para la actividad en invierno, Hernán, lejos de quejarse, improvisaba y resolvía con la mejor predisposición y la mejor voluntad.  Cuando sobrevino la pandemia, Hernán estuvo presente con sus clases de siempre, y con su grupo fiel de alumnos.  Y apenas fue posible volver a la actividad presencial, Hernán y sus alumnos fueron uno de los grupos más fuertes y constantes, había vuelto con todo el entusiasmo de siempre, y cada vez con más éxito.

Siempre de buen ánimo, con una sonrisa y tiempo para escuchar a todos. Tenía también una excelente relación con el personal de la sede, con los otros profesores y con las autoridades del Club.

Una persona de bien, muy querida, muy valiosa, que vamos a extrañar siempre.  Es una parte de Palermo, del Boxeo, y de todo CUBA.

Compartimos una nota que escribieron sus alumnos:

Este 25 de mayo, después de una tarde de fiesta en el Club, recibimos la triste noticia de la partida de Hernán Escalante, profesor de box en la Sede Palermo, noticia que nos sorprendió a todos ya que Hernán era un chico joven, muy joven para su partida, recién recibido de profesor de educación física y con toda la vida por delante, comenzaba una de sus pasiones el powerlifting.

Los que tuvimos el placer de conocerlo hacíamos lo imposible para estar presente en sus clases, su programación de las rutinas generaba dinamismo y entusiasmo en cada uno de los encuentros.

Hernán era una gran persona, simple, respetuosa, educada y siempre pensando en dar lo mejor de él, cosa que claramente se notaba.

En sus comienzos, en la Sede Palermo, box fue una actividad sin lugar fijo para poder establecer el entrenamiento, rotábamos por toda la sede, estábamos afuera, en la cancha de voley, en el solárium, frontón, canchita de fútbol, y hasta nos tocó pasillo. Eran clases que sorprendían porque había días en los que no entrábamos o éramos solamente cuatro personas. Hernán nunca se rindió y a cada espacio acomodaba la actividad y se empezaba la clase como si estuviéramos en el mejor gimnasio de box. Cómo olvidarnos de su música, esa cumbia que te transportaba a un lugar donde solo existía una sola posibilidad, dejar todo y divertirse. Porque de eso se trataba, aprender el deporte, entrenar y pasarla bien.

Hoy tus alumnos y amigos de box te despiden con gran tristeza, la sala de box te va a extrañar.

Buen viaje Hernán y gracias