Desde la Capitanía de Andinismo les compartimos la crónica de Matías Dorr Mansilla sobre su experiencia en la salida de "Esquí de Travesía" que organizamos cada año ¡Que la disfruten!
Nuestra primera experiencia en el esquí de travesía, un camino de ida para aquellos que solamente habíamos experimentado este deporte en las “comodidades” de la civilización (medios de elevación, pistas pisadas, restaurantes, hoteles, patrulleros, etc). Hicimos un gran equipo, nos complementamos en todo momento (tanto los guías expertos como los debutantes inexpertos), nos acompañamos en momentos placenteros y en momentos difíciles, experiencias que nos enseñaron a desafiarnos y superarnos a nosotros mismos. En momentos críticos o de máxima exigencia, es cuando se descubre “de qué estás hecho realmente”. Y lo más importante: iniciar, con aquellos que no nos conocíamos, y profundizar, con aquellos que sí nos conocíamos, la AMISTAD. Una travesía que quedará en nuestras memorias para siempre, con la tranquilidad de poder contar con la posibilidad de hacer esto posible gracias a nuestro querido Club CUBA.
Fecha: 7 al 10 de octubre de 2022
Base de operaciones: Refugio de CUBA en el Cerro Catedral. Como siempre, es como estar en tu casa, comodidad, comida increíble, no deja de sorprender lo bien que nos reciben.
El equipo
Guías: Iván, Jimmy, Luki
Participantes: Fran, Opi, Pedro, Gonzalo, Marcos, Matías, Héctor, Fede, Mariano, Nico.
Programa
Día 1, viernes 7 de octubre
Condiciones climáticas muy malas, lluvia, viento y frío por la mañana, lo cual nos permitió aprovechar para familiarizarnos con los esquís y botas para travesía, las pieles, los crampones, los ARVAs, armado de la mochila, etc. Charla teórica por parte de los guías.
Por la tarde las condiciones mejoraron (si bien caía una leve nevada y había viento), y pudimos hacer nuestra primera subida (primero caminando y luego con pieles) llegando arriba de Cóndor I (1200m) para después bajar por fuera de pista y algunos senderos entre árboles. La parte final, caminando hasta el refugio. Fue un día de esfuerzo físico bastante intenso ya que en pocas horas hicimos mucha actividad.
Dia 2, sábado 8 de octubre
Condiciones climáticas óptimas, sol, cielo azul, sin viento. Subimos por el mismo lugar que el día anterior (Cóndor I y II), haciendo base para almorzar en intermedia Militares. Inmediatamente después de almorzar, realizamos un ejercicio práctico de ARVA y sonda y pala, encontrando y desenterrando a un “compañero” luego de una avalancha. Muy didáctico y divertido a la vez.
Luego continuamos subiendo hasta Piedra del Cóndor (1800m) y desde allí bajamos esquiando por distintas laderas, siempre fuera de pista, y practicamos principalmente, el dar vueltas en distintos tipos de nieve (nieve “cartón”, hielo, nieve suelta, nieve más honda, nieve “pegajosa/enganchosa”), a lo que se sumaba la novedad de esquiar con una mochila pesada atrás.
Al igual que el día anterior, pero por otro camino, bajamos tanto por pista como por fuera de pista y algunos senderos entre árboles. La parte final, caminando hasta el refugio, pero llegando al mismo por una ruta “no convencional”, gracias Iván ¡!
Dia 3, domingo 9 de octubre
Condiciones climáticas optimas, sol, cielo azul, sin viento. Primer día de expedición de dos días, con noche en el refugio Frey.
Subida por telecabina Amancay hasta La Roca, luego telesilla Diente de Caballo hasta el parador Punta Princesa, allí colocamos las pieles y subimos hasta Col del Viento (2000m), para luego ponernos los crampones para recorrer la travesía a Paso del Viento. Primera experiencia con crampones para todos, recorriendo un sendero de nieve, piedras grandes y pequeñas, dejando a nuestra derecha un precipicio bastante vertical, en algunos momentos provocaba bastante vértigo.
De allí bajamos esquiando (nieve muy buena) hasta el valle del arroyo Van Titter (1500m), donde almorzamos, descansamos y colocamos las pieles. Posteriormente, subida por el bosque hacia el refugio Frey (1700m). Esta subida fue un desafío ya que hacernos camino a través del bosque no resultó fácil porque había partes con poca nieve, pero al quitarnos las botas, las partes con nieve (profunda y blanda) requirieron un gran esfuerzo físico. Una vez dejado atrás el bosque, volvimos a colocarnos los esquís con las pieles hasta llegar al refugio.
Refugio Frey: una ubicación espectacular, mucha gente al ser fin de semana largo, unas cervezas para cerrar el día, mientras preparábamos el equipo para el día siguiente y encontrábamos algún recoveco para meternos con nuestra bolsa de dormir en la gran “alcoba” del piso superior. Cena en el refugio (spaghetti bolognesa acompañado con vino lacrado) y a descansar. Durante la espera para la cena, charlas, partidos de truco, tertulia con los demás huéspedes, muy ameno y civilizado, mucho respeto y buena predisposición general.
Dia 4, lunes 10 de octubre
Condiciones climáticas optimas, sol, cielo azul, sin viento.
Ultimo día, emprendimos la vuelta a “casa”. Salimos del refugio, empezando nuestra subida por el fondo de la laguna Toncek (con pieles), transicionamos con crampones (era muy empinado para esquís con pieles) para subir hacia la laguna Schmoll (1870m). Volvimos a transicionar a pieles, atravesamos esa laguna hasta llegar hasta otra ladera muy empinada, la cual trepamos con crampones hasta el paso de la Piedra Inclinada (2100m). Desde allí esquiamos tanto hacia abajo como en travesía hasta llegar a un pequeño “llano” en el que almorzamos algo rápido y colocamos pieles. Desde allí, travesía larga con pieles, en dirección al Paso del Viento (para volver por donde habíamos venido el día anterior). Esta travesía presento algunas dificultades, la inclinación de la montaña combinada con nieve blanda, provocaron que algunos patinaran y cayeran varios metros hacia abajo, para luego tener que trepar, hasta retomar el camino/travesía original. La enseñanza principal de este momento: los imprevistos consumen tiempo, en consecuencia, conviene tener un plan, salir temprano y ser eficiente en las transiciones ¡! . Continuamos con las pieles y luego crampones, atravesamos el Paso del Viento, el sendero de piedras/nieve/hielo, hasta llegar nuevamente a la civilización. Nos sentimos muy extraños al volver a ver los medios de elevación, los esquiadores en las pistas, los paradores, las edificaciones más abajo…nos habíamos acostumbrado demasiado bien a lo salvaje, al silencio, a ser “libres”.
Bajamos esquiando por las pistas, con parada “técnica” en el parador de Punta Princesa para tomar una cerveza. Mientras esquiábamos en la pista, si bien nuestras piernas nos “quemaban” y nuestras mochilas pesaban, fue tan fácil esa esquiada!. Finalmente tomarnos la telecabina, devolvimos los equipos en lo de Chimango, y cerramos la expedición con unas pizzas y cervezas.
Un fuerte abrazo para todos y gracias a CUBA por la iniciativa y por seguir tirando abajo barreras y expandiendo la cantidad de deportes.
Tenemos una sola vida, y esta experiencia dejó marca. ¡Gratitud!